Gracias a la bondad de un valiente médico, una joven pudo salvarse de los horrores de un campo de concentración.
Denisse Medellín
Esta historia comienza en diciembre de 1943, cuando un par de hermanas llamadas Huguette de 15 años y Marion Müller de 23 años partieron de Lyon, Francia a los Alpes, Suiza como consecuencia del arresto de la madre de las niñas a finales de octubre y de la llegada de Klaus Barbie, un violento líder de la SS, conocido como el "Carnicero de Lyon", y su agresiva búsqueda de judíos. Tiempo después las hermanas se enteraron que su madre fue llevada a Auschwiz, donde la mataron una cámara de gas.
Las hermanas Müller nacieron en Berlín, Alemania, pero emigraron junto con sus padres a Francia a la llegada de Hitler al poder en 1933. Habían conseguido papeles falsos para Marion, la mayor, pero en la carta de identidad de Huguette se especificaba Berlín como su ciudad de origen, motivo suficiente para un arresto de SS. Conforme la Navidad de 1943 se acercó, ellas corrían peligro, puesto que los alemanes habían llegado a Val d’Isère y porque por desgracia Huguette se rompió una pierna. Cuando fue revisada por un médico, llamado Frédéric Pétri, se descubrió la gravedad de su fractura y le sugirio el trasladó al hospital en Bourg St Maurice, cerca de la frontera de Francia y Suiza. La joven se negó, sabía que este traslado le podía costar la vida considerando la ocupación de la SS en Bourg, así que el valiente médico se ofreció para cuidarla en su propia casa durante 6 meses, arriesgando no sólo su vida, sino la de toda su familia.
Marion decidió confiar en el doctor y aprovechó para viajar a Toulouse, volvió en 1944 por su hermana. Dos meses después de la partida de las hermanas, Val d’Isère fue liberado de la ocupación de la SS. Marion se casó después de la guerra y se establecieron en París con Huguette, el matrimonio no duró y se mudaron a Londres.
Durante muchos años las hermanas guardaron sepulcral silencio sobre su pasado, pero a pesar de la incomodidad de Marion, Huguette decidió hablar y contar su historia; sobre la valentía y nobleza de Frédéric Pétri y que se le reconozca como uno de los Justos entre las Naciones, un listado de personas no judías que arriesgaron su vida para ayudar a los judíos durante el Holocausto.
Ellas no fueron las únicas en guardar silencio sobre lo que vivieron durante la Segunda Guerra Mundial, al grado que en esta región de Francia es virtualmente desconocido que formaron parte de la resistencia y que tal vez, además de Huguette, hubo otros judíos que se escondieron y sobrevivieron a la presencia nazi.